Haikus es un género poético de origen japonés. Los haikus se escriben, según la tradición, en tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente.
Matsuo Basho (1644-1694) está considerado el padre del género. Seguidamente presentamos un ejemplo de Matsuo Basho:
Noche sin luna.
La tempestad estruja
los viejos cedros.
Otros autores influyentes de Haikus son Yosa Buson, Kobayashi Issa, Masaoka Shiki.
Maldito virus
ahora son mi piel
cuatro paredes
De hecho, en japonés, los haikus no se escriben en 17 sílabas, sino en 17 moras. La mora es una unidad fonética más breve que la sílaba (17 moras equivaldrían a unas 14 o 15 sílabas). Esto nos da plena licencia para escribir haikus con alguna sílaba menos de las 17 habituales.
Que el haikus tenga en su métrica un rasgo tan distintivo ha provocado que se piense que basta con que un poema tenga 5-7-5 sílabas para que se le pueda llamar haiku. Esto es un error. El haiku, además de su brevedad, tiene otros rasgos definitorios.
Suelen hacer referencia a escenas de la naturaleza o de la vida cotidiana, y a menudo incluyen una referencia a una época o momento del año.
Trasmiten la impresión que ha causado la contemplación y están escritos con un estilo natural y sencillo.
Trasmiten la impresión que ha causado la contemplación y están escritos con un estilo natural y sencillo.
Matsuo Basho (1644-1694) está considerado el padre del género. Seguidamente presentamos un ejemplo de Matsuo Basho:
Noche sin luna.
La tempestad estruja
los viejos cedros.
El siguiente ejemplo pertenece a María Jesús Arias Vega
Por el camino
entre tilos esbeltos
luces y sombras.
Agradezco a Diego Obiol, que me regaló el libro El Rincón de Haikus de Mario Benedetti, del que seleccioné dos de ellos y comparto con ustedes [Haiku 184 y 213]
Los bombardeos
remedian siempre
la sed y el hambre.
Un pesimista
es sólo un optimista
bien informado.
es sólo un optimista
bien informado.
Por último, ejercitandonos con esta información les mostramos uno de Cecilia Stanziani
ahora son mi piel
cuatro paredes
Colaboración de Cecilia B. Stanziani y Diego Obiol
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