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¿Presagio?

Encantador y escalofriante: así es el cuento del escritor Jack London (1876-1916) que anticipó la pandemia de coronavirus hace 110 años. En “La invasión sin paralelo”, un virus invade China y termina convirtiéndose en un peligro mundial.

"En diciembre de 2019 hubo un brote epidémico de neumonía de causa desconocida en Wuhan, provincia de Hubei, China; el cual, según afirmó más tarde Reporteros sin Fronteras, llegó a afectar a más de 60 personas el día 20 de ese mes…’’. Las comillas agregan dramatismo. Pero, hasta donde se sabe hoy, aquel fue el comienzo del Covid-19. Y aunque esto sea la más pura realidad, las ucronías* (novelas históricas alternativas) siempre nos imantan y atraen. A veces de forma perturbadoras, ... otras veces cinéfilas y caprichosas ....

Pero hace 110 años, Jack London (California 1876-1916), experto en relatos de aventura en las que por lo general el hombre lucha solo contra el medio ambiente y vanguardista en cuentos de ciencia ficción, imaginó una ucronía: La invasión sin paralelo, que casi se siente como nuestro mundo actual. Un relato corto que presagió temas como el racismo, el capitalismo postindustrial y global, la guerra bacteriológica y el encierro.

En el relato de London, situado temporalmente entre los '40 y '70, pero escrito en 1910, China es una potencia dormida, que gracias a la invasión japonesa (London fue un inteligente observador de su tiempo y cronista de varios conflictos bélicos) se reorganiza militar y socialmente. Una ‘’revolución cultural’’ avant la lettre.

"Fue en el año 1976 cuando la contienda entre el mundo y China alcanzó su apogeo", se lee al comienzo de este fascinante y espantoso relato breve, saturado de ideas que componían el revoltijo y chispa mental de su autor. La pasión de London por Carl Jung, por ejemplo, cuando habla de la incompatibilidad psicológica y de vínculo entre occidente y oriente, y hasta la observación lingüística: "La conciencia de una raza de lengua inglesa vibra al oír cualquier atisbo de raíz sajona, y el subsuelo de la mentalidad china se estremece en monosílabos". Está claro: el occidente sajón tiene consciencia, China en cambio un subsuelo monosilábico.

Hace 110 años, Jack London imaginó "La invasión sin paralelo", un relato corto que presagió temas como el racismo, el capitalismo postindustrial y global, la guerra bacteriológica y el encierro.

El autor no se ahorra xenofobia: habla de 'ojos oblicuos' o 'población amarilla'. Y cuando las naciones del Oeste intentan penetrar China porque temen el crecimiento de su población, el narrador explica cómo los chinos los cuadriplican en número y contraatacan instalando mujeres y familias en los nuevos territorios, como si London hubiera imaginado la guerra de Vietnam 50 años y hasta escenas dignas de Apocalypse now.

Hacia el final, Estados Unidos inventa una plaga con la que bombardea China desde lo alto (presagio de Hiroshima y Nagasaki) aniquilando a la población. Sin embargo, la plaga se convierte en varias epidemias que amenazan a los occidentales. "Microbios, gérmenes, bacterias y bacilos cultivados en los laboratorios de Occidente", ahora se volvían en contra. Poblaciones huyen hacia las fronteras donde son detenidas y masacradas. Los microbios matan a médicos y militares. "Guerra de sabios y laboratorios", describe London cuando hacia el desenlace del relato todos los representantes del mundo se comprometen a no volver a usar los métodos de guerra contra China. Son menos de diez páginas escalofriantes, inusualmente reales y contadas con un desapego tecnócrata que las hace aún más perturbadoras.

Jack London fue un escritor inmensamente prolífico y uno de los primeros realmente populares del siglo XX (llegó a ser millonario por su éxito). Inyectó ese nervio de aventuras, hombría, observación social y política de los que abrevaron directamente escritores tan fundamentales de Estados Unidos como Ernest Hemingway y John Steinbeck.

También la generación beat lo adoraba (Jack Kerouac lo menciona en su novela En el camino), fascinada con el su nomadismo y esa búsqueda de un "naturalismo" y literatura salvaje americana. Generalmente ubicaba sus relatos en la frontera con Alaska y Canadá, con antihéroes anónimos (en Encender un fuego, considerado uno de los grandes relatos del siglo XX, el protagonista no tiene nombre) y solitarios en la búsqueda de la fortuna del oro.

¿Cuánto puede decirnos la literatura sobre el futuro? Hoy el mundo está cada más cerca de encontrar el genoma del Covid-19. Pero acaso London nunca pudo encontrar el genoma para sus propias contradicciones y su depresión, que lo llevaron al alcoholismo, la muerte y el suicidio. Fue en 1916 y tenía tan sólo 40 años de edad.

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* La ucronía es un género literario que también podría denominarse novela histórica alternativa y que se caracteriza porque la trama transcurre en un mundo desarrollado a partir de un punto en el pasado en el que algún acontecimiento sucedió de forma diferente a como ocurrió en realidad (por ejemplo, los vencidos de determinada guerra serían los vencedores, o tal o cual rey continuó reinando durante mucho tiempo porque no murió fruto de las heridas recibidas).  La ucronía especula sobre realidades alternativas ficticias, en las cuales los hechos se han desarrollado de diferente forma de como los conocemos. Esa línea histórica se desarrolla a partir de un evento histórico extensamente conocido, significativo o relevante, en el ámbito universal o regional. Ese momento o acontecimiento común que separa a la realidad histórica conocida de la realidad ucrónica se llama punto Jonbar o punto de divergencia. La ucronía ha logrado encontrar gran popularidad en escenarios como la literatura, el cine, la televisión y los videojuegos.


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