Conocer algunas anécdotas o sucesos en la vida de grandes autores nos sirven para sentirnos más cercanos a ellos:
Se dice que Jorge Luis Borges, fue un joven tímido e introvertido que recibió educación en casa hasta los nueve años porque su padre temía que le contagiaran una enfermedad infecciosa en el colegio. Tan tímido era que su primera conferencia, “El idioma de los argentinos”, tuvo que leerla un amigo suyo mientras él escuchaba entre el público.
Siendo profesor de Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires, Jorge Luis Borges le pidió a una alumna su opinión sobre la obra de William Shakespeare. Esta contestó:
-Me aburre
Pero al instante puntualizó:
-Al menos lo que ha escrito hasta ahora.
Borges, sin alterarse, le respondió:
- Tal vez Shakespeare todavía no escribió para vos. A lo mejor dentro de cinco años lo hace.
En 1932 Jorge Luis Borges publicó Historia de la eternidad. Vendió en un año 37 ejemplares.
"Al principio quería encontrar a cada uno de los compradores para disculparme por el libro y también y también para agradecerles lo que habían hecho. Hay una explicación para eso. Si usted piensa en 37 personas... esas personas son reales, quiero decir que cada una de ellas tiene un rostro propio, una familia, vive en una calle en particular. Bueno, si uno vende, digamos, 2000 ejemplares, es como si no hubiera vendido nada, porque 2000 es un número demasiado grande... quiero decir demasiado grande para poder imaginarlo. Pero 37 personas -y tal vez 37 son demasiadas, tal vez 27 son demasiadas, tal vez 17 hubiera sido mejor o hasta 7. 37 todavía están al alcance de la propia imaginación"
(El País, 15-9-2002).
Una mañana de octubre de 1967, Borges está en clase de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires. Un estudiante entra y lo interrumpe para anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje. Borges contesta que el homenaje seguramente puede esperar. El estudiante insiste: "Tiene que ser ahora y usted se va". Borges no se resigna: "No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio". El estudiante amenaza con cortar la luz. "He tomado la precaución", dice Borges, "de ser ciego esperando este momento"
(http://maloca-mitribuna.blogspot.com.es/2011/06/anecdotas-literarias).
Borges firmaba ejemplares en una librería. Un joven se acercó con Ficciones y le dijo:
-Maestro, usted es inmortal.
Borges le contestó:
-Vamos, hombre. No hay por qué ser tan pesimista.
Colaboración de Cecilia Stanziani
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