«El mundo hay que fabricárselo uno mismo, hay que crear peldaños que te suban, que te saquen del pozo. Hay que inventar la vida porque acaba siendo verdad».
«El dolor es más llamativo que la felicidad».
«El tiempo lo cura todo, pero también lo quema todo. Lo bueno y lo malo. Te arranca de la memoria cosas que quisieras tener ahí. El tiempo se lo lleva».
«Lo más fácil es escribir de manera alambicada, lo que es verdaderamente difícil es hacerlo de una manera sencilla, clara y expresiva».
«Escribir para mí no es una profesión, ni siquiera una vocación. Es una manera de estar en el mundo, de ser, no se puede hacer otra cosa. Se es escritor. Bueno o malo, ya es otra cuestión».
«¿Qué es la felicidad? Son momentos. Lo que no existe, creo, es la desgracia continuada, pero la felicidad intensa, como lo que yo he vivido. ¿Todo el rato así? No podría soportarlo».
Ana María Matute
[Ana María Matute Ausejo (Barcelona, 26 de julio de 1925-ib., 25 de junio de 2014)1 fue una novelista española miembro de la Real Academia Española —donde ocupó el asiento «K»— que en 2010 obtuvo el Premio Cervantes. Matute fue una de las voces más personales de la literatura española del siglo xx y es considerada por muchos como una de las mejores novelistas de la posguerra española.Cuando Ana María Matute tenía cuatro años cayó gravemente enferma. Por dicha razón, su familia la lleva a vivir al pueblo natal de sus abuelos, Mansilla de la Sierra, una pequeña localidad en las montañas de La Rioja. Matute dice que la gente de aquel pueblo la influenció muchísimo. Dicha influencia puede ser vista en la obra antológica Historias de la Artámila (1961), la cual trata de la gente que Matute conoció en Mansilla, así como en Paulina (1960), obra infantil en la que presenta influencias de Heidi (1880), como el amor por la naturaleza y la relación de la niña con su abuelo. En dicha obra, se deduce, además, cierto carácter autobiográfico, pues la niña protagonista sufre una grave enfermedad y por esta razón su tía la lleva a las montañas a vivir con sus abuelos.
Ana María Matute trató muchos aspectos políticos, sociales y morales de España durante el periodo de la posguerra. Su prosa es muy frecuentemente lírica y práctica. En sus novelas, incorpora técnicas literarias asociadas con la novela modernista o surrealista. Con todas estas cualidades y talento literario, Matute es considerada «una escritora esencialmente realista», puesto que como ella misma afirma: «Si somos capaces de imaginar, es porque lo que imaginamos también es real».]
Colaboración de Cecilia Stanziani
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