Julio Cortázar escribió su cuento Casa tomada después de un sueño. Su relato de esta experiencia en su entrevista con Joaquín Soler Serrano en el programa de TVE A fondo (1977) permite conocer de primera mano cómo llegó al papel lo que empezó como una pesadilla:
“Casa tomada es el resultado de una pesadilla. Yo soñé ese cuento, sólo que no estaban los hermanos, había una sola persona que era yo, y algo que no se podía identificar me desplazaba poco a poco a lo largo de las habitaciones de una casa hasta echarme a la calle. Había esa sensación que tienes en las pesadillas en que es el espanto total sin que nada se defina. Es, simplemente, el miedo en estado puro. Algo espantoso va a suceder un segundo después. Y, a veces, por suerte, te despiertas. Casi siempre te despiertas antes de que eso se produzca”.
Tenemos, por tanto, en esta historia, un doble plano, el racional y concreto, el de la casa, y otro irracional y abstracto con una amenaza que se siente pero no se puede identificar y que acaba expulsando a los protagonistas de su casa.
Explica Cortázar en su entrevista con Soler Serrano:
“Me desperté e inmediatamente me fui a la máquina de escribir y escribí el cuento de una sentada”.
Pero lejos de ser un simple notario que levanta acta imparcial de la vívida pesadilla que aún resuena en su interior, Cortázar introduce un cambio, que no puede ser más que trascendente, dado su estado de máxima excitación:
“Yo soñé ese cuento, solo que no estaban los hermanos, había una sola persona que era yo”.
La introducción de una hermana en el cuento, fue parte de una creación artística del autor. Julio Cortázar tenía realmente una hermana, Ofelia, a la que siempre guardó un gran afecto. Ella era un año menor que él, y por tanto una niña también, cuando su padre los abandonó (Julio Cortázar tenía entonces seis años). Fue su madre quien los crió, venciendo las tremendas dificultades que una mujer sola debía enfrentar en la sociedad brutalmente machista de su época. Del padre no volvieron a saber hasta su muerte. Solo hubo un breve y gélido intercambio epistolar entre Julio Cortázar y su progenitor cuando este, mucho tiempo después, le pidió que firmase como Julio Florencio Cortázar para no ser confundido con él, a lo que Cortázar se negó.
En Casa tomada, los dos hermanos rondan ya los cuarenta años, sin embargo, parecen indefensos como niños frente a la amenazante presencia que va expulsándolos del centro de su hogar hacia la calle.
Este trayecto simbólico, a la luz del conocimiento biográfico que tenemos del autor, puede interpretarse, entonces, como el de dos niños abandonados que cruzan el umbral de su madurez al escapar del recuerdo atormentador del abandono de su padre.
Casa tomada es el primero de los ocho cuentos que componen Bestiario (1951).
Para embeberse en un cuento: Una experiencia 360° de "Casa tomada" de Cortázar
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