"El artista se ciega para el mundo exterior y vuelva la pupila hacia los paisajes internos y subjetivos""Un poema es un misterio cuyo secreto debe buscarlo el lector."
"El pensamiento es donde las palabras deben dormir mucho tiempo, con el fin de nacer nuevas y puras."
"Nombrar el objeto es suprimir el mayor placer del poema, que es la felicidad de conjeturar poco a poco."
Mallarmé
[Stéphane Mallarmé (París, 18 de marzo de 1842 – Valvins, 9 de septiembre de 1898) fue un poeta y crítico francés, uno de los grandes del siglo XIX, que representa la culminación y al mismo tiempo la superación del simbolismo francés. Fue antecedente claro de las vanguardias que marcarían los primeros años del siguiente siglo.
En su poesía las sonoridades y los colores juegan un rol tan importante como los sentidos cotidianos que tienen las palabras, lo cual hace su traducción realmente difícil. Según algunos autores, Mallarmé es el creador de un impresionismo literario (escribió que su intención era «pintar no la cosa, sino el efecto que produce», por lo cual el verso no debía componerse de palabras, sino de intenciones, y todas las palabras borrarse ante la sensación). Junto con otros poetas, tales como Arthur Rimbaud, fue incluido en el libro Los poetas malditos de Paul Verlaine.
Investigó el uso de la tipografía libre y el espacio en blanco en la poesía y el verso libre en su poema más audaz, Un coup de dés jamais n'abolira le hasard (Una tirada de dados jamás derogará el azar), de 1897. Al año siguiente (8 de septiembre de 1898) sufrió un fatal espasmo faríngeo mientras trabajaba en su poema Herodías y pidió a su ayudante y a su hija que destruyeran sus escritos diciendo: «No hay herencia literaria ahí...». A la mañana siguiente, murió.]
Colaboración de Anny Guerrini
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