Ir al contenido principal

Mens sana in corpore sano 2

 Mens sana in corpore sano 2 por M. Eugenia Arias Boisselier - Acuarela



[María Eugenia Arias Boisselier: Nace en Bahía Blanca en 1985. Se traslada a CABA donde reside desde el 2007. Allí continúa con su formación académica en diversas instituciones como el ISFA Manuel Belgrano, donde se recibe en 2015 de Profesora Nacional de Artes Visuales. Durante la carrera, realiza en 2011 el auxiliar en modelado para taller, en la Escuela de Cerámica n°1. En 2019 cursa el seminario de posgrado "Gráfica sobre Cerámica" con Graciela Olio en la UNA. Paralelamente realizará talleres de Pintura, dibujo y alfarería, con destacados maestros como Eduardo Faradje y Fernando López de Espacio Cerámica. Desde 2017 y hasta la actualidad es docente especial de Plástica en el Instituto M. Bianchi de Copello. Durante cuatro años trabajó en el Taller de Cerámica SH llevando a cabo la gestión del espacio y dando clases de alfarería hasta 2019. En 2018 monta su propio taller donde comienza a producir piezas utilitarias para su marca "Pura Cerámica", espacio donde también dará cursos anuales de alfarería en torno y modelado manual desde el Enero del 2019 hasta Marzo del corriente. Continúa en la investigación de diversos materiales cerámicos y aspectos formales para su proyecto de lámparas en porcelana. En Diciembre del 2018 participa del 59° Salón Anual Internacional de Arte Cerámico CAAC (Centro Argentino de Arte Cerámico) con lugar en el CMA (Centro Municipal de Arte, Casa de la Cultura) Avellaneda, Argentina. Desde 2011 a 2014 forma parte de diversas exposiciones de arte contemporáneo a cargo de Belén López en Chascomús y Puerto Madryn. En 2011 recibe una mención especial de Jurado en el XXXIII Salón Nacional de Pintura F. F. de Amador del Museo Municipal de Bellas Artes: Fernán Félix de Amador, Luján, Argentina.]

Comentarios

Entradas populares de este blog

El milagro de la Mariposa

¿Sabe la mariposa que se muere? Entiende, acaso, ¿el milagro de sus alas? Vuela ante mi nariz, imperturbable al paso del tiempo. Por breve instante, un rayo de sol la atraviesa, la transparenta. Y ella sigue su curso. En unas pocas horas, quizá la mariposa ya no sea más que polvo. Pero en esa ínfima colisión de su mundo con el mío, entiendo la relatividad del tiempo, la arbitrariedad del tiempo, la inexistencia del tiempo. Más allá, donde mis ojos descansan en el horizonte, un roble se iza todo poderoso. No quiero acercarme, no sea cosa, que, en breve pestañeo, comprenda que yo si sé, de mi finitud. Por Candelaria Marino [Biografía de Candelaria Marino con sus palabras: Nací en Pedro Luro, al sur de la provincia de Buenos Aires. Tengo 31 años. Soy la primera de tres hermanos. De pequeña amaba leer. Estudié medicina, concluyendo mis estudios en el año 2014. Posteriormente me formé como Pediatra, especialidad que hoy en día ocupa y alegra mis días. Escribir es una pasión y, en la mayoría...

De qué se trata

Hemos resignificado el término pandemécum para definir nuestro espacio, fusionando las palabras pandemia y vademécum. La iniciativa de la Asociación Médica de Bahía Blanca es encontrar un espacio artístico con un fin terapéutico en estos tiempos de pandemia que nos ha tocado vivir. Quienes deseen participar podrán enviar sus escritos (cuentos, relatos, poesías...), o en caso de ser artista plástico, fotografías de sus obras, así como fotografías que hayan sido captadas en forma personal. El formulario se encuentra en https://bit.ly/2Fu6lTk Convocamos a cuatro escritores de reconocida trayectoria, que colaborarán intercalando consejos de escritura. A quienes les agradecemos su buena predisposición, ellos son los Dres. Julián Arévalo y Pablo Curino, la Sra. Anny Guerrini y el Dr. en Bioquímica Diego Obiol.  La regla de oro que hemos dispuesto es que: No permitimos la incitación al odio o a la violencia. Eliminaremos contenido que promueve la violencia o el odio contra personas o grup...

Un largo retorno a casa

Si alguien me hubiera dicho que después de dos noches de insomnio y luego de hacer un viaje de 25 horas, tendría que subirme a un auto que no era el mío, y manejar de noche 650 kilómetros, le hubiera respondido que nada podría llevarme a hacer semejante locura, y sin embargo… Mi viaje a la India empezó a planificarse cuando yo tenía ocho años. Unos amigos de mis padres que vivían en ese país vinieron a visitarnos. Me quedé fascinado escuchando por horas lo que contaban. Luego nos regalaron un cuadro con un elefante y un hombre arriba, pintado de múltiples y llamativos colores, con un detallismo asombroso; pero lo que lo hacía maravilloso y nunca visto, era que estaba dibujado en la hoja de un árbol. ¿Cómo alguien podía tener semejante precisión? Lo que describían parecía un mundo mágico y exótico. ¿Que el elefante era un animal sagrado? Bueno, eso se entendía. ¿Pero la vaca también? ¿Qué tenía de extraordinaria la vaca para ser sagrada, más allá de ser tema de redacción en la escuela?...